Cuenca Desconocida

Cuenca es una provincia llena de lugares espectaculares de los que disfrutar al aire libre. Por eso mucha gente dedica cada vez más su tiempo de ocio a hacer rutas por el campo, bosque o montaña. Pero más allá de una mochila a la espalda y algún elemento básico como un bocadillo o una botella de agua, la inmensa mayoría de quienes salen a despejar su mente a la naturaleza lo hace sin llevar un material idóneo para la actividad que realiza. 

Quizá pueda parecer exagerado, pero muchos de los problemas que se puede uno encontrar en una actividad tan placentera son resultado de no haber previsto determinadas eventualidades que, más allá de ser fortuitas, pueden llegar a poner en riesgo nuestra salud o la de quienes queremos. Por eso es importante tener unas medidas básicas de seguridad. Estas son nuestras recomendaciones.   
 

1. Conocer el entorno donde vamos a movernos. 

Ir a pasar un rato a la naturaleza requiere un mínimo de conocimiento del lugar. No es necesario ser un experto en supervivencia o un "boina verde". Simplemente hay que tener dos dedos de frente. Y teniendo en cuenta que las nuevas tecnologías ponen a nuestra disposición determinados recursos útiles, hemos de aprovecharlos.

Antes de ir a un lugar investígalo, echa un vistazo en Internet. Si vas a hacer un sendero marcado, evidentemente, los riesgos son escasos por no decir nulos. Cuenca cuenta con centenares de kilómetros de senderos que están estupendamente señalizados. No saliéndose del camino no debe haber problema. Pero si vas a hacer una ruta algo más compleja donde tienes que localizar un lugar o adentrarte en un entorno desconocido para un "urbanita", entonces debes ser precavido y cualquier información previa es importante (dificultad del acceso, clima, temperatura, características, etc.).

2. Nunca vayas a un lugar sin que alguien más sepa dónde vas.

Aunque somos muchos los que preferimos hacer senderismo en solitario nunca está de más dar cuenta a alguien de confianza sobre dónde vamos a estar o, en su defecto, por dónde nos vamos a mover. Esto es una norma básica de supervivencia, porque nunca sabes qué puede pasar y, si nadie sabe dónde estás, poca ayuda vas a recibir si sucede un accidente grave. Por eso el individualismo esta bien, pero sin tentar la suerte.

3. Qué material básico debemos portar.

Toda persona que salga de ruta o senderismo debería portar:

• Teléfono móvil cargado. En la provincia de Cuenca hay aún lugares sin cobertura. Y aunque pasa como con las meigas en Galicia (haberlos "haylos"), la gran mayoría de rutas cuentan con un excelente acceso a telefonía móvil pese a que siempre nos podemos encontrar con la sorpresa. Por eso tener a mano un dispositivo cargado por si nos torcemos un tobillo, nos caemos, nos sentimos indispuestos o, simplemente, por un momento de pánico o agobio, es imprescindible. Puede salvarnos de una situación peliaguda (si llega la señal). 
• Ropa y calzado adecuado. Va a depender del lugar elegido, de la complejidad de la ruta, del clima que nos encontremos (o nos esperemos) y, ante todo, de la época del año. Así, es fundamental contar con ropa cómoda y funcional (si hace frío ropa de abrigo, si llueve chubasquero, si hace buen tiempo vestimentas livianas...). Y otro tanto pasaría con el calzado, que aquí sí deberíamos dedicarle un poco más de atención. ¿Por qué? Porque nuestros pies son el motor de esta aventura, y porque un error en el calzado puede suponer más de un disgusto. Procura llevar zapatillas o botas adecuadas al terreno por el que te vas a mover, especialmente que sean antideslizantes.
• Mochila ligera. Las mochilas son nuestro espacio para almacenar lo necesario sin que nos moleste. Elígela ligera, acorde a lo que vas a hacer y no la cargues en exceso. Vas a hacer una ruta para divertirte y desconectar, no una expedición para descubrir unas ruinas en un lejano país. Lo que llevas a la espalda pesa, supone un esfuerzo y, cuanto menos cargada esté, más cómodo irás.
• Agua y alimentos. Aquí cada uno es un mundo. Respecto a los alimentos hay quien se va a llevar un bocadillo, quienes prefieren chocolate, frutos secos... Lo que lleves y te guste bien estará. Recuerda que también hay que llevar líquido (recomendable e imprescindible agua). Y por supuesto, no te olvides de llevar una bolsa para residuos: la naturaleza te da lo que tiene, pero no necesita nada de lo que tú le llevas. Mantén limpio los lugares por los que te muevas.
• Navaja táctica. Aunque parezca algo exótico llevar una navaja táctica en nuestra mochila nos puede ser de suma utilidad. No hay que pensar en cosas extrañas: puede servir desde para la apertura de un envoltorio a la posibilidad de cortar unas ramas que se nos enganchen en nuestra ropa al pasar por un lugar donde la maleza se ha desbordado.
• Linterna. Tal y como pasaba con el teléfono móvil llevar una linterna es una muy idea buena. Y no porque vayáis a acabar investigando una casa abandonada o entrando en una cueva, sino porque puede servir para hacerse visible. Moverla encendida (aunque sea de día) os localiza en la distancia. Eso sí, no olvidéis las pilas.
• Bastones de senderismo. Estos son quizá el material "plus". No es como lo anterior relativamente imprescindible pero desde luego son unos elemento cuya utilidad destaca en sus beneficios. Así, llevarlos y usarlos nos va a permitir sentir menos presión en las piernas (especialmente en rodillas y gemelos) por cuanto distribuyen el peso del cuerpo de manera uniforme al andar.

Con todo esto sólo tenéis ya que tener una buena excusa para ponerlo en práctica. La naturaleza os espera. ¡Queredla como ella os quiere a vosotros! ¡Y buena ruta!

Enlaces de interés:

• Senderos de Cuenca. 
• Rutas de senderismo en Cuenca.