Cuenca Desconocida

Texto y fotos: Francisco J. Vázquez. | Publicado: 2 de noviembre de 2024.

Que Cuenca cuenta con parajes naturales desconocidos es un hecho incontestable que de vez en cuando los viajeros descubren, comparten y viralizan. Que estos espacios rivalizan entre ellos en esplendor y belleza, también. Y es que la provincia nos guarda sorpresas tales como la Ciudad Encantada, la Laguna de Uña, el nacimiento del Río Cuervo, el Postigo de Cañete o el que aquí mostramos, la balsa de Valdemoro de la Sierra, por poner sólo unos ejemplos. 

La balsa de Valdemoro de la Sierra podría fácilmente describirse como un enclave de cuento de hadas o una localización de película de aventuras. Sin embargo es un acantilado escalonado, ensortijado de recovecos, cuevas, pozas y, especialmente cascadas ramificadas en diversos hilos de agua cristalina y fría que hacen del conjunto un espectáculo natural impresionante.

El lugar tiene una serie de características específicas e identificativas, como es el hecho de ser de naturaleza caliza, muy largo en extensión pese a no ser excesivamente alto (apenas algo más de 7m de altura) y al que se puede acceder tanto por abajo como por arriba. La de abajo da una visión clásica de la caída de agua mientras que la superior lo hace de las aportaciones fluviales que generan semejante espectáculo.

El agua que cae de la enorme cascada en sus diferentes bifurcaciones acaba vertiendo primero en el Gadazaón, río que posteriormente será afluente tanto del Cabriel como del propio Júcar, y deja un característico sonido fresco y de tono elevado al caer y chocar contra las superficies y estanques del suelo. 

El paisaje se completa con los restos de un antiguo molino (ahora derruido) y con un espacio de ocio (fuente de agua potable, merendero con parrillas para barbacoas, y espacio techado con sillas y mesas) que hacen del lugar un sitio para disfrutar de la naturaleza.