MI ABUELO JUAN BLAS Y ALGUNOS PAISANOS MÁS

Texto: Francisco J. Vázquez.

Existen ocasiones en las que a uno le llegan trabajos que por su sencillez, por su formato, quizá por su apariencia, no espera que sean obras de un calado tan importante como una vez que se introduce en su contenido. Libros escritos más desde el corazón que desde la técnica, con el único propósito de que un acontecimiento, un suceso o un personaje no se pierda en los albores del tiempo.

Eso es lo que sucede con Mi abuelo Juan y algunos paisanos más, de Anabel Blas Montesinos. Una obra personal, de investigación cercana y humana, usando un lenguaje llano y directo para transmitir historia pura y dura vivida por quienes fueron protagonistas de lo acontecido.

Así, nos encontramos con un libro breve cargado de datos interesantes.

Usando como parapeto a la propia familia, la autora se adentra en episodios tremendamente desconocidos para el gran público como son, por ejemplo, la vida en los pueblos de la zona, de la Serranía Baja de Cuenca a otros de provincias colindantes por los que se pasaba, se trabajaba o se residía.

La dureza de una zona ya de por sí difícil, la vida de gentes sencillas dentro de un entorno más hostil que otra cosa, y una circunstancias personales complejas nos hacen extrapolar esos mismos datos a una población dispersa, sencilla pero fuerte. No había momentos para el desánimo, sólo para para seguir adelante por muy adversas que fuesen las condiciones que a uno le tocase vivir.

Otro de los elementos que dan un valor incalculable a este testimonio en papel son los acontecimientos que en vida de sus familiares Blas Montesinos nos expone.

Por ejemplo, nos habla de la afiliación de su abuelo a la CNT y nos aporta una visión del sindicato algo alejada de la que algunos tenemos actualmente, pues en el año 1932 eran no sólo defensores de los derechos de los trabajadores sino, al mismo tiempo, una red de ayuda y solidaridad entre sus miembros.

Resulta curioso comprobar cómo acontecimientos que se convertían habituales en las grandes ciudades eran totalmente desconocidos en los pueblos de la Serranía.

Conocer los entresijos de los preparativos de la Guerra Civil española en esta zona de nuestra geografía, la construcción de elementos defensivos que aún hoy permanecen y pueden visitarse (como las trincheras), lo que suponía el estraperlo en épocas posteriores de posguerra, o incluso la existencia de maquis una vez acabado el conflicto, sumado a apuntes sobre las migraciones poblacionales en pos de un futuro lejos del campo, dan a este libro un valor excepcional.

Si sumamos a todo lo anterior el valor que dan las imágenes, aportando fotografías de lo acontecido, de lugares y personajes, podemos decir sin miedo a equivocarnos que este trabajo se queda corto. Sencillamente genial.