Las campanas de Santa María la Mayor en la Fortaleza de Moya

Existió un tiempo en el que las campanas eran algo más que elementos para una llamada a la oración: advertían de peligros y asedios, reflejaban con su toque una buena nueva, servían para congregar y prestar auxilio, o simplemente daban aviso en los campos de que la jornada llegaba a su fin. Si éstas se encontraban en un lugar complicado como una fortaleza fronteriza, o bajo sitio de tropas enemigas, contar con estos elementos de alarma significaba muchas veces la diferencia entre ganar o perder, entre salvarse o morir. Tan importantes eran estos elementos que en muchos lugares, como ocurriera con las espadas, tenían o se las conocían bajos sus nombres propios.
Sin lugar a dudas uno de los emplazamientos donde estos componentes fueron determinantes a lo largo de su historia en lo que hoy es la actual provincia de Cuenca fue la Fortaleza de Moya (conocida desde la Edad Media como la Llave de los Tres Reinos por ser frontera entre Aragón, Valencia y Castilla y contar, incluso, con una aduana interior). Llegó a albergar en sus momentos de mayor esplendor con la impresionante cifra de población estable de más de 1200 habitantes y decenas de miles en tránsito, lo que hizo que llegase a tener dos hospitales, una cárcel, varias iglesias y hasta un convento.
Así, la Iglesia más antigua de la villa es la de Santa María La Mayor, erigida en la Edad Media, con portada gótica y situada en un lugar privilegiado junto a la Plaza Mayor que, pese a la total despoblación de la fortaleza pasada la primera mitad del s. XX, continúa dando culto. Es en ella donde tenemos dos exponentes de lo que antaño fue un auténtico tesoro: sus enormes campanas.
Restauradas en 2022, esta singular iglesia cuenta con dos auténticos tesoros. Por una parte tenemos la mayor de ellas, construida en 1746 y que tiene un peso aproximado de unos 670 kilogramos. Su otra compañera, algo más joven y de menor tamaño, fue construida en 1815 y tiene un peso de 545 kilogramos.
No sabemos qué fue de las campanas originales, aquellas que vieron luchar a espada a sus habitantes unas veces contra invasores otras contra compatriotas con diferentes intereses. Pero lo cierto es que cuando estás en la zona y escuchas el tañer de estas campanas de los siglos XVII y XVIII, tan perfectas, tan nítidas, tan imponentes, la imaginación no puede por menos que volar hacia los momentos vividos al amparo del repique de las mismas.
Son piezas que hay que mimar tanto por simbolismo como por historia, ya que si lo hacemos muy probablemente permanecerán por siglos como guardianes impertérritos de las tierras que una vez protegieron.
Fuentes utilizadas y enlaces de interés:
- Iglesia de Santa María la Mayor.
- Iglesia de Santa María la Mayor - MOYA (CASTILLA-LA MANCHA).
- Moya restaura dos campanas históricas de la iglesia de Santa María.
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