Castillo de Cañete: historia, vistas y consejos para tu visita

El castillo de Cañete, en la provincia de Cuenca, es una de esas fortalezas medievales que marcan el paisaje desde lejos. Aunque todavía no lo he visitado por dentro, la primera vez que lo vi en lo alto del cerro me impresionó la forma en que domina todo el pueblo. Esa imagen ya transmite lo que fue en su época: una construcción defensiva estratégica que aún conserva su carácter.
El castillo tiene su origen en época musulmana y fue reconquistado por las tropas cristianas durante la expansión hacia el sur. Más tarde se reforzó en la Edad Media como parte del sistema defensivo de la Serranía de Cuenca. Sus muros, torres y restos arquitectónicos cuentan una historia de guerras, conquistas y poder territorial.
Hoy, aunque no está totalmente restaurado, sigue siendo un símbolo del municipio.
Llegar al castillo es relativamente sencillo: basta con seguir las señales desde el centro de Cañete. El acceso final es en pendiente, por lo que conviene llevar calzado cómodo. Aunque yo lo he visto solo desde fuera, la panorámica ya merece la pena: el castillo se alza sobre la roca, ofreciendo una estampa medieval auténtica.
Muchos visitantes coinciden en que lo mejor es la vista que se obtiene desde el mirador o desde la carretera de acceso, ideal para fotos espectaculares.
El castillo conserva lienzos de muralla, torres defensivas y parte de la estructura interna. No es un castillo completamente intacto, pero precisamente esa mezcla de ruina y fortaleza es lo que le da encanto. Al recorrerlo (o incluso al observarlo desde abajo) se aprecia la magnitud de lo que fue en su tiempo.
Comparado con otros castillos de Cuenca, este tiene una personalidad propia: más rocoso, más integrado en el paisaje, como si surgiera de la montaña.
Calzado cómodo: el acceso requiere caminar en pendiente.
Mejor hora: al atardecer, cuando la luz resalta las piedras y el paisaje circundante.
Visita combinada: aprovecha para recorrer el casco histórico de Cañete, con sus murallas y puertas medievales.
Perspectiva desde lejos: incluso si no entras, detenerse a observarlo desde la distancia es ya una experiencia (te lo digo porque en mi caso fue lo que más me marcó).
El atractivo no se queda en el castillo. Cañete es un pueblo con mucha historia:
Las murallas medievales, que todavía rodean parte del casco urbano.
La Puerta de las Eras, uno de los accesos más fotogénicos.
El entorno natural de la Serranía de Cuenca, con rutas de senderismo y miradores.
Un plan perfecto es pasar el día en el pueblo, descubrir su patrimonio y terminar la jornada viendo cómo el castillo se ilumina con la caída del sol.
En Cañete, un municipio de la provincia de Cuenca, Castilla-La Mancha.
Sí, aunque su estado es de ruina consolidada. Se pueden recorrer zonas de muralla y restos interiores.
El acceso es gratuito.
Además del pueblo y sus murallas, destacan rutas de naturaleza en la Serranía de Cuenca.