Cascada El Pozo de La Horca: guía completa para descubrir este paraíso en Cañete

En pleno corazón de Cuenca, la Cascada El Pozo de La Horca se esconde como un tesoro natural rodeado de bosques, agua cristalina y un ambiente que invita a desconectar. No es solo un salto de agua: es un lugar donde el tiempo parece detenerse, perfecto para quienes buscan un rincón de tranquilidad y belleza.
La cascada se encuentra en Cañete (Cuenca, Castilla-La Mancha), un municipio rodeado de montañas y naturaleza. Para llegar, lo habitual es salir desde el pueblo y tomar el sendero señalizado hacia el paraje del Pozo de La Horca. El recorrido no es complicado, aunque conviene llevar calzado cómodo y agua.
Yo la visité en una mañana soleada, y el trayecto hasta la cascada fue tan agradable como el destino: camino entre árboles, aire puro y un murmullo constante de agua a lo lejos que te va guiando.
La ruta es ideal para amantes del senderismo suave. El terreno es accesible y, aunque hay alguna pendiente, la mayoría del trayecto se hace sin dificultad. Muchos visitantes la completan en menos de una hora.
Durante el camino se disfruta del paisaje típico de la serranía conquense: pinares, rocas calizas y pequeños arroyos. En mi caso, lo que más me sorprendió fue la sensación de paz que iba creciendo conforme me acercaba; la naturaleza parecía abrazarme con cada paso.
La recompensa al final del sendero es un espectáculo natural: el agua cayendo con fuerza en un pozo rodeado de vegetación. Es un lugar perfecto para sentarse un rato y simplemente contemplar.
Lo primero que impresiona es el sonido del agua al caer, mezclado con los cantos de los pájaros y el silencio del bosque. Es como una banda sonora natural que transmite calma. Yo recuerdo haberme quedado un buen rato sin hacer nada, solo escuchando: fue un momento de relajación total.
Lleva calzado antideslizante: las rocas cercanas suelen estar húmedas.
Si vas en verano, aprovecha para hacer un picnic en la zona, pero respeta siempre el entorno.
No olvides la cámara: el contraste de luz y agua es perfecto para fotos espectaculares.
Aunque la cascada se puede visitar en cualquier momento, el otoño y la primavera son las estaciones más recomendables. En primavera, el agua fluye con más fuerza gracias a las lluvias, y en otoño los colores del bosque hacen que el paisaje sea aún más mágico.
En verano, aunque hay menos caudal, el lugar mantiene su encanto y es ideal para escapar del calor.
Además de la cascada, Cañete tiene un casco histórico encantador con murallas medievales y rincones que merece la pena recorrer. También es un buen punto de partida para explorar otras rutas naturales de la Serranía de Cuenca.
Cuando estuve allí, descubrí que combinar la visita a la cascada con un paseo por el pueblo hacía que la experiencia fuera mucho más completa: naturaleza por la mañana y cultura por la tarde.
En Cañete, provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha), dentro de un paraje natural rodeado de bosques.
Siguiendo el sendero señalizado desde el pueblo; el recorrido es corto y accesible.
Sí, siempre que se tenga precaución cerca de la cascada por la humedad en las rocas.
Primavera y otoño, cuando el caudal y el paisaje están en su mejor momento.