La tragedia del polvorín de Tarancón

Existen fechas marcadas por la tragedia donde la muerte, el miedo y la destrucción entran en la memoria popular por méritos propios. Una de ellas es la noche del 26 de julio de 1949. Ese día, a las dos menos cuarto de la madrugada, un incidente de origen desconocido en un polvorín militar ubicado en la localidad conquense de Tarancón provocó una enorme explosión. La deflagración hizo que aquella noche de verano un enorme resplandor, seguido de un potentísimo estruendo, se hiciesen presentes en varios kilómetros a la redonda. Tras ella de nuevo la oscuridad, esta vez opresiva y aterradora, donde los gritos y lloros se mezclaban con el huir de los vecinos que, desconcertados, no sabían qué había pasado.
Y es que unas horas antes nadie podía presagiar lo que sucedería en aquel almacén de municiones militar. De hecho había habido verbena (era la noche de Santa Ana), un espacio donde algunos habían disfrutado del buen tiempo y la fiesta. pero a esas horas de la madrugada y habiendo que trabajar al día siguiente la inmensa mayoría de vecinos estaban ya en sus casas dormidos desde hacía tiempo. Lo que había sido una jornada festiva se tornó de repente aterradora.
31 fallecidos, varios cientos de heridos y mutilados, destrucción de inmuebles y mucho dolor. Ese fue el resultado de aquel acontecimiento. Nadie sabe a ciencia cierta qué fue lo que pasó. Teorías hay muchas y a gusto de quien quiera exponerla, aunque la más plausible es la que desliza la posibilidad de un sabotaje. ¿Quién fue el artífice? Nadie lo sabe, Por una parte se habla de las fuerzas antifascistas en un intento de reavivar el interés de derrocar al régimen de Franco intentando provocar a las potencias internacionales. Por otra hay quien cree que fue precisamente el Gobierno quien dio la orden de volar la instalación con no se sabe qué propósito. Y es que pocos deben ser los que piensan que no intervino la voluntad humana en semejante tragedia. Sea como fuere, si se trató de un sabotaje lo único obtenido fue daño.
Pero ¿por qué fue la catástrofe de tal magnitud? Porque el polvorín se encontraba excesivamente cerca del casco urbano. Fue levantado por las tropas del Gobierno de la República como almacén de armas en el inicio de la Guerra Civil Española. Una ubicación controvertida desde el mismo principio de la contienda, pero que con el correr de los años y el fin del enfrentamiento entre españoles dejó las preocupaciones en un segundo plano. Grave error en cualquier caso, como la Historia se encargó de demostrar.
Dicen que los pueblos que tienen memoria tienen dignidad. En Tarancón se erige un Monumento a la Memoria de las Víctimas del Polvorín en la Calle Cuesta de la Bolita. Allí, el recuerdo de quienes perdieron lo más preciado que tenían, sus vidas, permanece erguido a los ojos del visitante como fiel recordatorio de que nuestra existencia pende del hilo caprichoso del destino. Y es que la suerte y la desdicha suelen ir siempre de la mano.
Fuentes utilizadas y enlaces de interés:
- Noche apocalíptica.
- La explosión que marcó al pueblo de Tarancón.
- Inaugurada en el Mercado de las Artes Luisa Sigea la exposición "75 aniversario explosión polvorín, una destrucción inútil".
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