Laguna de Uña, un refugio de vida silvestre

La Laguna de Uña es un refugio de vida silvestre a sólo unos kilómetros de Cuenca. Situada a 1.150 metros sobre el nivel del mar, este oasis natural de unas 15 hectáreas te transporta a un mundo de serenidad y belleza que desafía su condición artificial.
En la encrucijada entre el arroyo Rincón y el río Júcar, la Laguna de Uña ha sido moldeada por manos humanas para servir como depósito de agua. A pesar de esta función vital, el lugar conserva un encanto único que atrae a los viajeros curiosos en busca de sorpresas inesperadas.
Aunque sus aguas permanecen indómitas y no permiten la práctica de deportes acuáticos, la Laguna de Uña invita a sumergirse en su atmósfera tranquila y observar la riqueza de flora y fauna que la habitan. Desde aves majestuosas hasta plantas exóticas, cada rincón de este ecosistema rebosa vida y color.
Así que, si deseas escapar de la rutina y explorar un rincón natural con un toque mágico, la Laguna de Uña te espera con los brazos abiertos. Sumérgete en su tranquilidad y déjate sorprender por la belleza que se esconde en este tesoro escondido de la provincia de Cuenca. ¡Una visita que no te dejará indiferente!
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